Cada 19 de octubre cumple años «PinsUp» (1973), 7º trabajo de estudio de David Bowie. Quizás para sus seguidores uno de los pocos álbumes que pueden describirse como decepcionante. Cambió de marcha y perdió fans mientras ganaba nuevos. Su trabajo es increíble y nunca fue aburrido ni predecible. Quería incluir un álbum de Bowie en esta columna, pero no fue fácil encontrar uno.
Además de ser un disco recordado por contener en su interior lo que más disfrutaba Bowie en un periodo determinado, el exterior y su portada con Twiggy, la supermodelo de los años 60. Fue su última grabación con The Spiders From Mars, su banda a lo largo de su etapa de Ziggy Stardust; Mick Woodmansey es reemplazado por Aynsley Dunbar como batería.
El disco fue una especie de deshacerse de Ziggy por completo, sin dejar de retener algo de emoción en la música, compuesto de versiones y una canción original.
Fue el último álbum de Bowie con Mick Ronson como guitarrista principal y el último con el productor Ken Scott. El disco enfatiza claramente su brillantez como estilista e innovador de modos, que es donde radica su verdadera originalidad.
