Se ha marchado un grande, George Frayne, cantante y pianista, el líder de Commander Cody and His Lost Planet Airmen, murió este pasado 26 de septiembre a los 77 años. Se marcha otro grande que junto a sus ocho músicos, fusionaron el country, con el rockabilly, el swing, el R&B y el rock ‘n’ roll. Grabaron siete álbumes de estudio, y siempre prefirieron un enfoque sencillo y de vuelta a lo básico.
Commander Cody and His Lost Planet Airmen surgieron de la escena de bares y casas de fraternidad de la universidad de Ann Arbor en Michigan a finales de los 60 como una divertida banda de rock & roll retro que rápidamente ganó aceptación en todo Estados Unidos gracias a una canción, una versión olvidada llamada «Hot Rod Lincoln» en una nueva frecuencia modulada en todo el país a principios de los 70, el Comandante Cody y His Lost Planet Airmen desempeñaron ese papel diferente en ese panorama sonoro emergente y glorioso. Como líder y pianista del grupo, George los guiaría por un camino diferente.
Ellos sólo querían fumar marihuana, beber tequila y tocar en directo. Con la música country como distinción estilística de Commander Cody and His Lost Planet Airmen, el hecho de que la banda se decidiera por su nombre fue un poco irónico, al arrebatar el personaje de ciencia a ficción, no se pensó mucho en alguien que realmente ocupara el papel principal. Pero los mitos que rodean los viajes espaciales y los vaqueros pronto determinarían el futuro de la banda.
Con la invasión británica dando paso a formatos más americanizados, el country roots-rock y la música cósmica emergieron como los estilos particulares que dominaban las listas de reproducción de aquel período de tiempo para esta juventud ya fuesen universitarios, militares, campesinos sureños o hippies, el consenso entre todos dio lugar a una escena musical nueva y en su mayoría unificada. Bandas como Grateful Dead, Allman Brothers, Eagles, CSN&Y, Lynyrd Skynyrd, Hot Tuna o Marshall Tucker se convirtieron en formaciones importantes, primero a través de las emisoras de radio y luego a través de sus conciertos.
Flotando justo debajo de esa nube de gigantes estaban ello. Aunque finalmente no obtuviesen ese estatus de superestrellas, lo fueron para todos nosotros como bandones como New Riders of the Purple Sage, Poco, Flying Burrito Brothers, Charlie Daniels, Quicksilver Messenger Service o Commander Cody and His Lost Planet Airmen, adoptaban esa imagen de forajidos, poniéndose sombreros de vaquero y botas. Todos encajaban ese engranaje musical de aquella escena ya en la costa oeste.
El Comandante y su equipo se convirtieron en un banda loca con gente con pelos largos fumando hierba a todo tren y tocando rock and roll tejano y boogie woogie del roadhouse. En el camino, lanzaron un catálogo más que digno, incluido el portentoso directo «Live From Deep in the Heart of Texas«.Frayne se encontró con un grupo de personas de ideas afines en San Francisco. El Commander consiguió un contrato discográfico, lanzando «Lost in the Ozone» de la banda en 1971, su primer trabajo de estudio. La banda no encajaba en ninguno de esos circuitos de rock y country.
Frayne, sin embargo, volvió a esculpir y pintar, que es lo que lo llevó a Ann Arbor en primer lugar. Pasó la mayor parte de las siguientes tres décadas enfocado en el arte en lugar de la música, y solo regresó a la interpretación y la grabación en 2009 con «Dopers, Drunks and Everyday Losers«. El álbum repite algunos esfuerzos conocidos e incluye algunas composiciones nuevas. Pero el lanzamiento, así como un libro de pinturas de Frayne «Art, Music & Life Commander Cody aka George Frayne». Esta semana no pararemos de girar su álbum debut, «Lost in the Ozone«, que por cierto en noviembre cumple 50 años, del que daremos cuenta en la revista. DEP George.