Erin Rae edita su nuevo disco «Lighten Up»

Erin Rae publica Lighten Up, su nuevo disco. Un gran paso adelante en su carrera, dado que abandona su nucleo de Nashville para grabar en California. Además, con uno de los productores de moda: el controvertido Jonathan Wilson. Todas las canciones están escritas por ella, salvo Lighten Up & Try coescrita junto al gran Andrew Combs.  en «Lighten Up & Try». El disco ha sido grabado en Los Ángeles, en los Valentine Recording Studios Los músicos principales en el disco son el propio Wilson, que toca prácticamente todos los instrumentos; Drew Erickson (teclados varios) y Jake Blanton (bajo). Por  otro lado, destacan las colaboraciones de Spencer Cullum (pedal steel), Kevin Morby (voces), Meg Duffy de Hand Habits (guitarra eléctrica) y Ny Oh (coros). Lighten Up se edita a través de la prestigiosa disquera Thirty Tigers. 

Escucha  Lighten Up de Erin Rae aquí: 

 

Erin Rae se convirtió en una de las artistas más prometedoras de la escena estadounidense cuando publicó, hace tres años, Putting On Airs. La crítica se rindió ante sus canciones y estuvo nominada a varios premios importantes. Era un gran avance respecto a sus primeras grabaciones. De todas formas, ella nos comentaba cuando –por sorpresa- hizo un par de fechas en España teloneando a Andrew Combs,  que sabía que tenía que dar un nuevo aire a su carrera. Como cantante tradicional, pensaba que había llegado a su techo. Su paso por festivales y el abrir para gente como Bonny Light Horseman, Jenny Lewis o Hiss Golden Messenger le abrió los ojos. 

Jonathan Wilson y Erin Rae se conocieron por primera vez en el Newport Folk Festival de 2019, poco antes de la pandemia. Y dos años después, cuando ella se puso a pensar en un productor con quien trabajar su nueva colección de canciones, no dudó en dejarlas en sus manos. Para ello, Wilson utilizó a sus colaboradores habituales, esos músicos que son referencia del nuevo cosmic country americano.  

“Hay artistas que escuchas una vez y al instante te enganchan, te sorprenden, te cautivan: Karen Dalton, Bobbie Gentry, Judee Sill. Todo el mundo lo intuye cuando les escuchan. Así es Erin. Ella realmente lo tiene. Erin es tan fácil, tan genuina, tan peculiar. Amo este álbum”. (Jonathan Wilson) 

No fue fácil 2020 para Erin. Una ruptura sentimental tras una relación larga, la pandemia, la lucha continua contra su timidez y sus inseguridades, dejar la bebida… Una búsqueda de sí misma que la llevó a una cabaña en Oxford, Mississippi donde se alejó del mundo. Estuvo poco activa en redes, destacando la presentación de True Love’s Face, interpretada virtualmente junto a sus compañeras de comunidad en Nashville Caroline Spence, Kelsey Waldon y Michaela Anne 

El álbum es un paso adelante arriesgado, ya que aleja completamente a Erin de su zona de confort. La producción y la instrumentación de Jonathan Wilson no es tan barroca como en sus trabajos en solitario y está para embellecer cada tema con detalles básicos aquí y allá. Erin canta junto a su guitarra acústica, mientras Wilson la rodea con todo tipo de instrumentos sin sonar recargado en ningún momento, creando un disco de lo más variado. Hay un largo trecho que separa los arreglos clásicos de cuerda de Cosmic Sigh de los licks de guitarra eléctrica más contemporáneos de True Love’s Face. Todo ello con ese ambiente tan californiano que tienen las grabaciones de Jonathan y que dan un poco más de luz al conjunto. 

 “Podría haber hecho un gran disco con mi equipo de Nashville y, con suerte, lo volveré a hacer. Pero estaba emocionada e interesada en ver lo que me traería salir a una nueva experiencia con personas que apenas conocía. Me pareció importante salir de mi zona de confort … Creo que, en cierto modo, fue muy desafiante”. 

Ya desde la primera canción, Candy and Curry, encontramos hasta qué punto ha llegado el riesgo: la voz de Erin descansa sobre un colchón de teclados, cuerdas y una inimaginable caja de ritmos mientras canta sobre la soledad producida por la pandemia. Una soledad que continúa celebrando en Can’t See Stars, dueto junto a Kevin Morby, que también destaca la importancia de encontrarse a sí misma en la naturaleza. Un tema con sabor a clásico. Otra de las canciones más destacables es True Love’s Face, dominado por el Wurlitzer de Wilson. Según Erin, una celebración del amor propio y una afirmación esperanzadora de abrirse a la vida y al amor. Fue el primer single y, sinceramente, nos dejó bastante descolocados, debido al enorme paso adelante en el sonido clásico de la intérprete de Jackson, Tennessee. Un sonido mucho más expansivo y cósmico que el del anterior trabajo. 

La canción más importante del disco es Modern Woman, que es una celebración de lo que significa ser mujer en Nashville. Un tema que nos recuerda tanto lirica como musicalmente la gran influencia de la nunca bien ponderada Jenny Lewis en todas las mujeres de la escena. Su letra cuenta la historia de cómo las mujeres han sido menospreciadas a lo largo de la historia de la música. No puedes cambiar lo que sucedió antes, pero sí puedes disfrutar de las mujeres fuertes y poderosas que tenemos hoy. En el video de presentación, hay cameos de Brittany Howard, Kelsey Waldon y Michaela Anne. Una celebración del talento femenino muy en la línea del video de Softball de Caroline Spence, otra de las cantautoras más interesantes del momento.   

Erin-Rae-2021

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