Jesper Lindell, cuando la música te toca el alma

   El pasado 17 de noviembre asistimos a uno de los conciertos más emocionantes del año en la sala Clamores de Madrid. Jesper Lindell acompañado por su banda nos elevó a su crepúsculo particular.

On November 17th, we were privy to one of the most impressive concerts of the year. Jesper Lindell and his band uplifted us, as they led the way to Lindell’s private twilight.

   Todos los estilos músicales: jazz, blues, country, folk, rock, heavy, música clásica… tienen algo en común: la capacidad de hacerte sentir, Jesper Lindell hace ese estilo de música.

No matter what type of music you listen to… jazz, blues, country, folk, rock, heavy, classical… there’s one thing all music styles have in common: the ability to make you feel. And that’s exactly the kind of music that Jesper Lindell makes.

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   En verdad, llegué hace muy poco a su música, gracias a unos compañeros en la redacción. Aunque no me gustan las etiquetas, debo admitir que no suelo escuchar mucha música clasificada como country, folk, o música de cantautor. Pero después de que tantos amantes de la buena música le pusieran por las nubes, decidí darle una oportunidad para ver de dónde venía tanta exaltación ante su inminente paso por España. Busqué su último y segundo trabajo, «Twilights», un disco que ha recibido unas críticas extraordinarias, sobre todo teniendo en cuenta la corta carrera de este joven sueco. De hecho, aquí en Dirty Rock, se ha hablado maravillas del disco. Y con razón.

The truth is that I came across his music pretty recently, thanks to some fellow music lovers who couldn’t stop gushing over the fact that Lindell was on his way to tour around Spain for a few weeks. Although I’m not one to put labels on music, I have to admit that I don’t usually listen to what many might consider to be country, folk or americana. Even so, I decided to see (and hear) for myself what all the buzz was about. I started off with “Twilights”, the young Swede’s most recent album. It’s only his second album, but it’s already making huge waves, especially here at Dirty Rock. And rightfully so.

   Desde el primer momento que empecé a escuchar el disco, supe que Jesper Lindell tiene algo. Su voz, áspera, pero a la vez tierna, arropada por una música cálida y ondulante de unos músicos totalmente entregado a su labor. Y luego las letras, otra cosa en la que no me suelo fijar mucho, pero es imposible no hacer caso a lo que canta. Palabras que te hacen pensar y replantear las cosas, mientras la música te toca el alma. Sí, definitivamente, Jesper Lindell tiene algo.

As soon as I pressed play, I knew there was something special about Jesper Lindell. First, there’s his gritty, yet tender voice, shrouded in heartfelt music billowing around him, thanks to his group of extremely gifted and clearly devoted musicians. And then, there’s his lyrics (something else I don’t usually pay much attention to): it’s impossible not to pay attention when he sings. His words make you question things while his music touches your soul. Yes, there’s definitely something special about Jesper Lindell.

“Desde baladas que suenan a gospel, a Nueva Orleans, hasta un sonido beatlemaniano, la diversidad de las canciones de «Twilights» es amplia. Igual de diversa es la rica voz de Lindell, que puede reconfortarte, calmarte y animarte a levantarte de tu asiento.” – Carlos Pérez Báez

   Y luego tenemos su directo. Anoche, todos los afortunados que estuvimos presentes presenciamos una magia y una noche de música única e inolvidable.

But oh! When he comes out on stage to play for you… Last night, those of us who were fortunate enough to have congregated together in Madrid’s Clamores hall, witnessed a magic that will be ingrained in our minds for quite some time.

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   Aunque bien es cierto que no parecían muy conectados (tanto el público como la banda) durante las primeras dos canciones, ya después de tocar ‘Twilight’, con las armonías preciosas de Carl Michael Junior Lindvall (teclado) y Jimmy Reimers con el violín, empezaron a fluir. Kristoffer Schander (Blues Pills), aportó su toque funky a la música. Jesper se dirigió a él como «su salvador» pues tan sólo dos semanas antes le pidió unirse la gira con ellos y hubo de aprenderse todas la canciones en un pis pas.

In all honesty, neither the band nor the audience seemed very connected during the first two songs, but as soon as Carl Michael Junior Lindvall (keyboard) and Jimmy Reimers (guitar, fiddle, trumpet) regaled us with their sublime harmonies on ‘Twilight’, the juices really started to flow, while Kristoffer Schander (Blues Pills) stalwartly grounded it all with his (at times) funky bass lines. In fact, at one point, Jesper called Schander their «savior”, having filled in for Lindell’s brother last-minute, forcing the seasoned bass player to learn the songs in only two weeks.

   Desde ese momento y durante el resto del concierto, con pinceladas a Bo Diddley, Bob Seger, Van Morrison, The Band, e incluso, a veces, un poco Dr. John en la increíble interpretación del jovencísimo Rasmus Fors en los teclados y el hammond, les vimos superarse en cada canción, llevando al público a una euforia que terminaría con dos bises.

From that moment on and throughout the rest of the concert, we were transported on a musical pilgrimage reminiscent of Bo Diddley, Bob Seger, Van Morrison, The Band, and even, at times, a bit of Dr. John, thanks to the brilliance of a very young Rasmus Fors on the hammond. Jesper and his band outdid themselves song after song, building the audience into a frenzy before finishing up with two encores.

“No sonábamos a The Band, pero les escuchaba mucho. También mucho soul, Van Morrison, y música americana contemporánea”

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   En el primer bis, salió Jesper, solo con su guitarra, tocó ‘Christmas Card’, una preciosa balada que decía que no suele tocar en directo y que había escrito durante los 7 meses que duró la diálisis después de que su padre le donara un riñón tras una enfermedad congénita. La emoción estaba servida y rebosaba la copa:

For the first encore, Jesper came out alone, only accompanied by his guitar, as he played ‘Christmas Card’, a heartwarming ballad that he said he doesn’t usually play live and had written during the 7 months he was on dialysis after his father had so generously donated a kidney to him. Pure emotion was served and the glass overflowed:

Jesper Lindell – voz y guitarra

Kristoffer Schander – bajo

Jimmy Reimers – guitarra, violín y coros

Carl Michael Junior Lindvall – piano

Rasmus Fors – órgano y acordeón

Simon Wilhelmsson – batería

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Otros amigos que asistieron al concierto opinaron así:

But don’t take our word for it. Here’s what some of our friends had to say:

-Jesper Lindell, música que eleva el espíritu. Jesper Lindell makes music that elevates the spirit. (Sergio Alvarado)

-The Band resucitó anoche en Clamores. Jesper Lindell y sus músicos transportaron al público al Big Pink del siglo XXI. Seguro que un día después prevalecerán en el ambiente, chispas de energía flotando. The Band was given new life last night at Clamores. Jesper Lindell and his band of musicians transported the audience to the Big Pink of the 21st century. I guarantee that glints of their energy will remain tomorrow, flitting around in the air. (Isabel López)

-Jesper Lindell Band ha ofrecido en Clamores el mejor concierto del año en mi humilde sentir, a falta de 44 días para que concluya 2022. Uno suele ir a bastantes conciertos porque algunas pocas veces te sientes absolutamente seguro de que estás en el mejor sitio que hay en el mundo en ese momento. Esta noche ha sido una de esas «algunas veces». Seis músicos asombrosamente compenetrados han derramado una fiesta musical desde el primer acorde hasta el cierre, sin tregua en el ascenso hacia las cumbres de la emoción. Guitarras, teclas, percusión, trompeta, acordeón, violín y exquisitas armonías vocales se han sucedido hasta culminar una sesión imposible de olvidar. El espíritu de The Band brillaba en los enfebrecidos ojos de un Jesper en estado de gracia, clavadito físicamente al Van Morrison que sale en la portada de Moondance. A su vera un hombre-orquesta que podría salir en cualquier western de Peckimpah, un teclista de hermosa voz, un imberbe de metro noventa que ha combinado el acordeón con el órgano («Me encanta Garth Hudson») y un bajista inesperado que se entendía a las mil maravillas con el batería. La humildad serena y ardiente del grupo ha entusiasmado al público, entregado a unos prodigios sonoros que se sucedían como fuegos artificiales en cada rincón del escenario. Fiesta total. Tocan varios días en nuestro país y lo recomiendo fervientemente a los amigos melómanos. In my humble opinion, and with 44 days left to go in 2022, last night at Clamores the Jesper Lindell Band gave us the best concert of the year. When you go to so many concerts, it’s usually because you rarely feel absolutely sure that it’s where you’re supposed to be, without wondering if there’s some other place in the world you should rather be. Tonight there was no need to wonder. Six amazingly in-tune musicians poured fourth a musical feast from the first chord to the last, relentlessly building until they brought us to the utmost heights of emotion. Guitars, piano, percussion, trumpet, accordion, violin and exquisite vocal harmonies abounded during an exhibit that will be impossible to forget. The spirit of The Band radiated in the feverish eyes of a graceful Jesper (the spitting image of Van Morrison on the cover of ‘Moondance’), flanked by a veritable one-man band who looked like he had just stepped off the set of a Peckinpah western, a wonderfully-voiced pianist, a 6’2» fresh-faced keyboard player who charmed us with his accordion and organ prowess («I love Garth Hudson»), and an impromtpu bassist who was invariably and perfectly in tune with the drums. The serene yet fiery humility of the group captivated the audience, who were at these prodigies’ feet as they delighted us with one sonic explosion after another, like fireworks coming from each corner of the stage… what a delight! I strongly recommend that all my music-loving friends go out and see them while they’re here in Spain. (Miguel López)

-Jesper nos ha regalado lo más granado de la ambrosía sonora de los 70. Jesper bestowed us with the most-choice sonic ambrosia of the 70s. (David Martín)

-Si mezclamos 250 gramos de feeling del Van Morrison de «Tupelo Honey» con 400 gramos de las canciones más ‘southern soul’ de The Band, con una pizca del soul acústico de Nathaniel Rateliff en solitario y un par de litros de un afán de superación encomiable, resulta uno de los mayores talentos recientes que nos hayamos echado a los oídos: Jesper Lindell. If you put 250 grams of Van Morrison’s feeling on «Tupelo Honey» together with 400 grams of The Band’s most ‘southern soul’, and add a pinch of Nathaniel Rateliff’s solo acoustic soul to a few liters of zeal to constantly outdo themselves, what you get is one of the greatest recent talents that our ears have come across: Jesper Lindell.  (The Mad Note Co.)

-Apasionada inocencia, talento a raudales, nos hicieron volar ayer en Madrid! Passionate innocence brimming with talent that made us fly in Madrid! (Alicia Sagi-Vela)

-Música con alma. Rebosa verdad. Soulful music. Gushing with truth. (Antonio Sancho)

  • 15 noviembre en Bilbao, Kafe Antzokia
  • 16 noviembre en Santiago, Riquela
  • 17 noviembre en Madrid, Sala Clamores
  • 18 noviembre en Zaragoza, Rock & Blues
  • 19 noviembre en Avilés, Factoría Cultural
  • 20 noviembre en Santander, Little Bobby
  • 23 noviembre en Valencia, Loco Club
  • 24 noviembre en Barcelona, La Textil
  • 25 noviembre en Segovia, Wic
  • 26 noviembre Béjar, La Alquitara
  • 27 noviembre en Valladolid, Porta Caeli

Texto, fotos y videos por Jessica Jacobsen y Ana Hortelano

 

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