¿Es ya de noche?, pregunta Jorge Pardo. Afuera el mundo, con sus rutinas y sus relojes. Es ya de noche y en la oscuridad vive la música que amanece, que revela los misterios. Caminos que se encuentran, espíritus que se buscan, milenarios, en la noche.
La negrura del universo infinito deshaciéndose en las cinco cuerdas del bajo, el polvo de las nebulosas que se viste con colores sutiles en la caricia de los dedos sobre la tabla, luz de luna velada en el sonido que dibuja la flauta. La noche que explota en la llamada del saxo que luce en la tiniebla, el temblor que desde lo profundo se expresa en la voz de los tambores.
La búsqueda, siempre. Encontrar para seguir buscando. Encrucijadas de jazz y de flamenco, gitanos y casamientos, pentagramas sembrados de lo desconocido, raíces y horizontes abiertos. Buscar y encontrar siempre.
Paco en algún lugar, fuera del tiempo. Jorge Pardo. Carles Benavent. Tino di Geraldo. Las canciones que los no nacidos sueñan en el vientre de sus madres. Las melodías que los muertos recuerdan en el silencio interminable. Anda jaleo, jaleo, es de noche desde hace horas y una música misteriosa nos dice que la vida es esto.
