Hay que reconocer que Lagartija Nick siguen inquebrantables a su propuesta iniciada ya hace más de tres décadas. Por supuesto su propuesta es seguir en todas las direcciones posibles y que la previsibilidad brille por su ausencia. Discos tan intensos como ‘Inercia’ o ‘Su’ siguen sonando fascinantes a día de hoy, por no hablar de esa cumbre del pop/rock nacional grabada junto al cantaor Enrique Morente y que lleva por nombre ‘Omega’.
Y ya finiquitando este 2022 se sacan de la chistera este ¿surrealista? álbum que nos ocupa en el que se encargan de musicar el poemario de Luis Buñuel. Sí, habéis leído bien, porqué el magistral cineasta de Calanda también le dio a la métrica, y el combo de Granada se encarga de que su poesía tenga más preponderancia y cobre vida más allá del papel. Es difícil valorar la repercusión que puede tener hoy en día este proyecto, ya que no nos encontramos ante una obra que se pueda asimilar con unas someras escuchas tal como se hace a día de hoy.
Se trata de un disco de infinitos matices, empezando con esos textos, surrealistas pero exquisitos y con mucho mordiente. Y finalizando con una base musical, muy heterogénea pero a la vez con sentido de unidad y sin fisuras. Y es que Lagartija Nick se pasean por muy diversos paisajes musicales para esta titánica tarea; Rock, pop, indie, ragtime… e incluso música tradicional aragonesa que no desentona para nada en el conjunto final. Tenemos la atmosférica y onírica “Las Libélulas”, la tradicionalista “Polisoir Milagroso” o la rockera “Una Jirafa/Undécima Mancha” como muestras de la versatilidad del combo para aunar música con unos textos que beben del más puro de los surrealismos.
Poco más se puede añadir con palabras a una colección de canciones que se presentan como una experiencia o reto para el oyente que se atreva a darles un tiento. Otra muesca más en el inmaculado historial de un combo que jamás se ha amedrentado ante retos y que han hecho de la libertad artística su modus operandi desde hace más de treinta años.
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