Lô Borges (1972)

Lô Borges (1972) disco record review

LA CARA OSCURA DEL “CLUBE DA ESQUINA”

¿Conocéis algún músico que con apenas 19 años haya grabado dos obras maestras, con tan solo unos meses de diferencia? A mí se me ocurre uno, el vocalista y compositor brasileño Lô Borges, que en 1972 publicó el “Clube da Esquina” junto al gran Milton Nascimento y poco después, su primer álbum en solitario, titulado simplemente “Lô Borges”.

Y es que el pequeño Salomâo Borges Filho, nacido en Belo Horizonte en 1952, creció respirando música gracias a la influencia de sus hermanos, Márcio y Marilton, y a un vecino, Milton Nascimento. En un tiempo y en un país donde los niños sólo pensaban en jugar al fútbol, él y su amigo Beto Guedes compartían su tiempo rasgando una guitarra, totalmente volcados en la música.

Lô Borges (1972) disco record review

La familia Borges vivía en la calle Divinópolis, esquina con Paraisópolis, en el bohemio barrio de Sta. Teresa, en Belo Horizonte. Es en esa esquina donde va a surgir un movimiento cultural, el Clube da Esquina, formado por un grupo de artistas mineros que van marcar la música popular brasileña en los años setenta, influidos tanto por el Tropicalismo como por el pop de The Beatles o The Beach Boys, y del cual nuestro protagonista va a ser uno de los fundadores. De ahí saldrán nombres como Milton Nascimento, Beto Guedes, Toninho Horta, Flavio Venturini, Fernando Brant, Tavinho Moura, Márcio Borges, Nelson Ângelo o Wagner Tiso.

Lo que menos se podía imaginar el joven Borges es que un artista en plena ascensión como Nascimento (fascinado por el tema “Para Lennon y McCartney” que Lô había compuesto para él), lo invitaría a compartir un disco entero. El resultado de esa colaboración es el “Clube da esquina” (un trabajo monumental mezcla de pop, rock progresivo, jazz, folk y bossanova y que merecería un capítulo aparte), que aunque en el momento de su publicación recibió críticas positivas, nadie fue capaz de vislumbrar lo revolucionario que resultaba ni de apreciar la genialidad que se escondía entre sus surcos.

Hoy, más de cincuenta años después de su publicación, es, sin duda alguna, uno de los álbumes más importantes de la música brasileña.

Y el caso es que para ser un compositor prácticamente novel, estuvo a la altura de las circunstancias, entregando alguna de las mejores y más creativas composiciones de dicho trabajo: “Tudo que você podía ser”, “O trem azul”, “Nuvem cigana”, “Um girassol da cor de seu cabelo”, “Trem do oído” o “Paisagem da janela”.

La discográfica EMI enseguida percibió el talento del joven guitarrista y le ofreció un contrato para grabar un álbum en solitario. Borges se encontró entonces en una gran encrucijada, ya que no disponía de material que grabar (todo lo que había compuesto hasta ese momento se había incluido en el mencionado “Clube da esquina”).

Borges, que ni siquiera había adquirido disciplina para escribir canciones con regularidad, tomó la decisión de componer por la mañana y grabar por la noche. De esas sesiones maratonianas y de canciones compuestas a la carrera surgió “Lô Borges”, una obra excepcional, única y una joya perdida de la música brasileña, publicado pocos meses después del álbum conjunto con Nascimento, y que es popularmente conocido como “el disco de los tenis”, debido a la foto de portada con los destartalados Adidas del vocalista.

Lô Borges (1972) disco record review

Era difícil prever que aquel muchacho de apenas 19 años pudiese grabar un disco tan innovador y adelantado a su tiempo. Y aunque en la actualidad es considerado un clásico experimental, en su día, como suele suceder en esos casos, pasó bastante desapercibido.

Se trata de un álbum desasosegante y perturbador, en contraposición a la luminosidad que impera en el “Clube da esquina”, con letras que hablan de sueños, de libertad, de amor no correspondido, de carreteras o de inquietantes referencias a la sangre, y son fiel reflejo de los años más oscuros de dictadura militar que vivía Brasil por aquella época.  Quince breves temas en apenas treinta minutos, grabados de forma espontánea y con una inapreciable producción, pero donde se pueden distinguir, con las sucesivas escuchas, numerosos matices, moviéndose a caballo entre el pop, jazz, rock, soul, psicodelia o bossanova.

Lô Borges (1972) disco record review

Arropado por sus amigos y colaboradores habituales (Toninho Horta, Beto Guedes, Nelson Angelo, Flávio Venturini, Novelli…), el álbum comienza, quizás de una forma un tanto engañosa, con “Você fica melhor asim”, un tema a caballo entre el blues y el rock, con una guitarra distorsionada, para a partir de ahí, moverse en ambientes aparentemente más calmados. “Cancâo postal” parte de unas tristes notas de guitarra para desembocar en un tratamiento complejo de la voz similar al “Because” de The Beatles, mientras que “O Caçador” es una bellísima composición dotada de un lirismo desaforado que evoca la melancolía de su clásico “O trem azul”. “Os baroês” recuerda ligeramente a Jorge Ben Jor, y finaliza con un brillante solo entrelazado de guitarra y teclado.

El disco tiene espacio para cortes totalmente enloquecidos (la extraña bossanova “Nâo foi nada” o la enfermiza “Pra onde vai você?”) equilibrándolo con temas de carácter ensoñador (las etéreas “Pensa você” y  “Faça seu jogo” o la escalofriante “Nâo se apague esta noite”). También se cuelan una serie de piezas instrumentales extrañas (“Fio da navalha”, “Calibre”, “Toda essa agua”) y un par de canciones donde las protagonistas absolutas son la voz y la guitarra (“Como o machado” o “Eu son como você é).

Este trabajo dejó a Borges totalmente exhausto y sin ningún interés por seguir vinculado a la música profesionalmente. Pasaría la friolera de siete años sin grabar absolutamente nada, salvo dos fantásticos temas (“Ruas da cidade” y “Pâo e agua”) que cedería en 1978 para  el “Clube da esquina 2” de Milton Nascimento, un disco quizás menos influyente que su primera parte, pero sin duda igual de bello.

Ese silencio discográfico se rompería con la publicación del excepcional “A vía láctea” (1979), al que seguirían el proyecto familiar “Os Borges” (1980), “Nuvem cigana” (1981), “Sonho real” (1984) y, cerrando una etapa, “Lô ao vivo” (1987).

Aunque Lô Borges sigue en activo publicando discos y sus composiciones han sido versionadas por artistas tan importantes como Simone, Nana Caymmi, Gal Costa, Elis Regina, Ney Matogrosso o el mencionado Milton Nascimento, sigue siendo un músico injustamente olvidado y poco reconocido, por lo que cualquier motivo es bueno para recordar su grandeza.

NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE

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