En mayo de 1991 The Fabulous Thunderbirds se presentaron en la sala Zeleste de Bcn en el que acabó siendo uno de mis conciertos preferidos. Jimmie Vaughan había dejado el grupo apenas un año antes, pero el fichaje de Duke Robillard (ex Roomfull of Blues) acabó siendo todo un acierto.
La banda sonó super cachonda y engrasada, facturando un Blues nada arcaico, metiéndole una marcha de más para huir del inmovilismo.
Ese inmaterial componente canalla y gamberro que se convirtió en marca de la casa está fielmente encarnado en la figura de su líder, Kim Wilson. Uno de esos «frontman» de la vieja escuela que domina perfectamente su voz, el escenario y una armónica de la que disfruta como si no hubiera un mañana.
Y es que el debut de la banda, el fresquísimo «Girls go wild«(1979) es uno de esos vinilos que siempre apetece pinchar. Posiblemente uno de los mejores discos de «white Blues» facturado en los USA, con una infalible sección rítmica, Wilson en su salsa y un Jimmie Vaughan que con su guitarra comienza a cimentar su leyenda expandiendo el Blues original hacía ese Rock tejano salpicado de boogie tan difícil de imitar.
Álbumes posteriores como «Ron Levy’s Wild Kingdom» de 1986 (donde la plana mayor de la banda acompaña al mítico teclista en unas sesiones que son una auténtica fiesta) o «Powerful Stuff«(1989) son dos buenas muestras de que si bien los cuatro primeros trabajos del grupo son los que pasarán con más merecimiento a la historia, nunca tuvieron un resbalón que les podamos tener en cuenta. I Know You Know I Know..!!!
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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