El III Festival Internacional de Blues de Moratalaz ha ofrecido este fin de semana muchas y muy buenas actuaciones de primer nivel, mostrando desde ángulos muy diversos los insondables senderos que es capaz de transitar la música del Delta.
Miles de personas han disfrutado en el auditorio de la Cuña Verde de un amplio abanico de sonidos que abarca desde el funky-jazz de Los Saxos del Averno hasta el delirante estilo rítmico de los belgas Doghouse Sam & His Magnatones, pasando por el vozarrón de la septuagenaria Toni Green (fabulosa heredera estadounidense de las damas del blues) o el acústico perfil clásico de Richard Ray Farrell, afincado en Málaga y focalizado hacia los viejunos pata negra (Robert Johnson, Fats Waller…).
El broche lo puso la banda danesa (con toques islandeses, como para demostrar lo lejos que pueden llegar los acordes sureños) de Kenn Lending. Todos realmente espléndidos y entregados a la celebración.
Pero la expresión «robar el show» se inventó para explicar lo que pasó anoche cuando pisó el escenario ese dúo alienígena llamado Memphissippi Sounds, que actuaron por primera vez en Europa. Fascinantes es una palabra insuficiente para comprender su capacidad para construir atmósferas de creciente intensidad y mostrar en los sucesivos clímax todo el poder hipnótico de una armónica, dos guitarras eléctricas, una batería y un par de gargantas educadas en lo más hondo de la selva. Me acerqué a Flaco Barral, presente entre el público como gran parte de la cofradía bluesera madrileña, para preguntar a este catedrático en la materia que qué coño era eso que estaban tocando esos dos negrazos. «Mantra-Blues», respondió de inmediato. Es un término perfecto para asomarse a esa rareza emocional tan sugestiva y potente que ambos talentos brindaron a unos espectadores extasiados que querían quedarse a vivir dentro de esas canciones.
Con ellos se alcanzó un punto cumbre en la historia de los actos organizados estos últimos años por la Moratalaz Blues Factory, cuya capacidad para asumir riesgos recibió el premio gordo del goce musical con esta mezcla de Memphis y el río donde comenzó todo. Cent anni!
Fotos por Ana Hortelano
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