«It’s good to be here, it’s good to be anywhere»
Keith Richards celebra hoy 18 de diciembre de 2013, su 80 cumpleaños, el provocativo y demoniaco guitarrista, vocalista y compositor de The Rolling Stones desde aquel encuentro hace 62 años, es una de las figuras más celebradas y genuinas de la historia del Rock, uno de los precursores de añadirle Blues al Rock con elementos y sudores negros del Delta junto a Mick Jagger y Brian Jones.
Keith Richards muestra a sus 80 años de edad cada una de sus arrugas con el orgullo que un veterano de guerra se cuelga sus medallas, esos pliegues profundos son el recordatorio de que construyó descontroladamente un legado imposible de borrar en la cultura musical.
¿Existe alguien que encarne el Rock and Roll tanto como Keith Richards? Nadie lo discute Keith Richards es la banda por encima de todo y de Mick Jagger, The Glimmer Twins, un idilio que camina entre el amor y el odio, pero es la que, sin lugar a dudas, será la relación dominante de sus vidas.
Ambos representan los dos extremos opuestos en el seno de Sus Satánicas Majestades y nadie más que el batería Charlie Watts, consigue llevarse amistosamente con los dos extremos.
Mientras Keith Richards era el bandido callejero del Rock’n’Roll, su media naranja en The Rolling Stones, Mick Jagger se convertiría en el cerebro de los negocios detrás de la poderosa marca corporativa The Rolling Stones, el que habitualmente se encuentra rodeado de jefes de estado, supermodelos, VIPs y todo el lujo del mundo a su alcance.
The Rolling Stones hicieron a su medida aquella frase de sexo, drogas y Rock and Roll, entretanto Keith Richards se dedicaba a perseguir sus demonios por las noches y a poner las cosas en su sitio durante las giras, Mick Jagger es más de circo y parafernalia en las grandes giras, Keith Richards en el último momento impedía meter bailarinas durante una actuación, gente con zancos y otras excentricidades.
Keith Richards y Mick Jagger tienen el privilegio de haber escrito diferente el Rock and Roll, componer con descaro sobre sexo y del libertinaje en sus canciones como nadie, y de por supuesto componer muchas de las mejores canciones de la historia del Rock. Hasta The Rolling Stones siendo un grupo de versiones en sus comienzos, esas canciones sucias de Blues oscuro, las pintaban e inyectaban de ese veneno de peligro que las convertía en suyas.
Keith Richards y The Rolling Stones convirtieron los relatos más provocadores y definitivos de la historia del Rock and Roll, “Paint It Black” (Píntalo de negro), “Street Figthing Man” (Luchador callejero), “Sympathy For The Devil” (Simpatía por el diablo), “(I Can’t Get No) Satisfaction” (No consigo satisfacción), “Let It Bleed” (Déjalo sangrar), “Sister Morphine” (Hermana Morfina), “Start Me Up” (Enciéndeme), “Crazy Mama” (Loca mamá), “Beast of Burden” (Bestia de carga), “Short and Curlies” (Bajo control) o “When the whip comes Down” (Cuando el látigo caiga), en la actualidad muy difícil encontrarse con letras de este estilo.
Keith Richards nació en Londres en 1943, desarrolló paralelamente su carrera en solitario y con los X-Pensive Winos, además de los New Barbarians. Actualmente vive en Connecticut en Estados Unidos con su mujer Patti Hansen.
Keef y compañía acaban de publicar «Hackney Diamonds», el nuevo disco de los Rolling Stones que se puso a la venta este pasado 20 de octubre, álbum que tiene ese algo mágico añadido que lo eleva por encima de todo lo que los Stones han lanzado desde hace muchísimos años. Su primer álbum sin Charlie Watts y con material original desde hace 18 años, desde aquel «Bigger Bang» de 2005. Sus Satánicas Majestades algún día atravesarán las puertas del cielo, y todo ese mal comportamiento y simpatía por el diablo serán perdonados, pero siguen aquí y este disco debería confirmar la resurrección de los Stones incluso para los más escépticos.
En solitario Keith Richards ha publicado tres discos de estudio, «Crosseyed Heart» en 2015, 23 años después de su anterior álbum «Main Offender» (1992), «Talk is Cheap» (1988) y el directo «Hollywood Paladium» (1991).
«Bueno, nunca conservé un dólar pasando el atardecer, lo que siempre quemaba un agujero a mis pantalones, nunca terminé el colegio, mama feliz, nunca desperdicié una segunda oportunidad, necesito un amor para mentenerme feliz, nena mantenme feliz».
«It’s good to be here, it’s good to be anywhere»
Dedicado a la memoria del padre de Jabier Rioboo.
