Kacey Musgraves edita “Deeper Well”, su sexto disco. La estrella del country se aleja cada vez más del género y publica un trabajo cercano a los sonidos del folk y el pop psicodélico de la época dorada de Laurel Canyon. El disco ha sido producido y compuesto por Musgraves junto a Daniel Tashian e Ian Fitchuk, su equipo habitual. Solo una excepción: «The Architect», escrito junto a Shane McAnally y Josh Osborne. El álbum se grabó en los Electric Lady Studios de la ciudad de Nueva York, buscando «una energía ambiental diferente». El disco ha sido editado en MCA Nashville e Interscope Records.
Escucha “Deeper Well” de Kacey Musgraves aquí:
El disco llega después de una época tumultosa para Musgraves. Ha superado el regreso de Saturno, un tránsito astrológico que algunas personas creen que trae perturbaciones y caos a nuestras vidas. Es algo muy de moda en estos momentos en el artisteo americano (busquen en Google y se sorprenderán). Sin duda “Golden Hour” es uno de los mejores discos de lo que llevamos de milenio. El country pop de Musgraves, con su capa de psicodelia y toques de electrónica nos descolocó al principio pero pronto triunfó como lo que es: una obra maestra. Después de volar tan alto, “Star-Crossed”, el siguiente álbum, un disco de divorcio, no colmó las expectativas de nadie. Ni críticos ni seguidores acabaron contentos con el giro al pop de Kacey.
A principios de este año, en medio de la transmisión de los Grammys, se emitía un anuncio en el que Kacey, con rostro tranquilo, miraba hacia verdes campos a las afueras de Nueva York. Un día antes había publicado nueve publicaciones crípticas en Instagram donde aparecía desnuda en medio del campo. “Mi Saturno ha regresado”, cantaba al final del anuncio. Y, efectivamente, tras la crisis parece que “Deeper Well” representa un cambio de rumbo tanto artístico como vital, en un disco lleno de canciones siempre lúcidas sobre la moralidad, el crecimiento personal y encontrar un nuevo amor.
El disco comienza con “Cardinal”, una de las mejores canciones de su carrera. Con su comienzo emulando a los Byrds, está impregnada de folk de Laurel Canyon: rasgueos acústicos y una línea de guitarra eléctrica tintineante llena de magia. “Vi una señal, o un presagio, en las ramas/ Por la mañana / Cardenal, ¿me estás trayendo un mensaje del otro lado?”
Le sigue la canción que da título al álbum, donde canta con calma al sentimiento de ir dejando atrás los errores de juventud. Se está alejando de las personas con “energía oscura” y ya no se droga todas las mañanas (aunque su cuenta de Instagram siga siendo @spaceykacey). A sus 35 años, se alegra de ser más madura. «Por un tiempo, me ayudó a salir adelante/ Todo lo que hacía parecía mejor/ cuando estaba drogada”. Esa época ya quedó atrás.
Está claro que Kacey se ha apoyado en la artesanía de estrellas del soft rock como Simon & Garfunkel o Stevie Nicks para crear unas melodías clásicas y muy bien interpretadas. Nada de sonidos prefabricados, es pop moderno pero sin perder el respeto a toda una tradición a la que pertenece. “Too Good to Be True” es una muestra de ello, una canción perfecta, casi demasiado. Otra canción que sigue la artesanía clásica es “The Architect” divertida y emocionante, en la que admira elementos naturales tan alejados como una manzana y el Gran Cañón, reflexionando sobre la existencia de un Dios: “¿Es al azar o al destino? ¿Hay un arquitecto?».
Es el álbum con mayor cohesión sonora de Musgraves, nunca acaba de escapar de un tono tranquilo y sosegado, lleno de canciones bonitas y relajadas. Pero, a pesar de todo, sabe dotar a cada pieza de su encanto particular. Como “Dinner With Friends”, una pequeña maravilla que reivindica los pequeños placeres de la vida: cenar con amigos, ver el sol entrar por la ventana, su Texas Natal, los caballos, los perros, …
La psicodelia está presente tanto en la música como en las letras. “Heart of the Woods”, por ejemplo, pinta un retrato de un submundo invisible que se comunica con la humanidad a través de árboles y ramas. En medio de la canción, una guitarra psicodélica que hubiera firmado el mismísimo Roger McGuinn. “Jade Green” tiene un ambiente un poco a lo Sufjan Stevens, aunque traído a su terreno. Es un tema que resume lo que es el disco: detrás de su aparente sencillez hay un gran trabajo y capas de guitarras perfectamente estructuradas.
Algo que se puede escuchar también en “Sway”. Una maravilla que usa la electrónica sin que se note mientras Musgraves canta a la resilencia. “Como una palmera en el viento/No me romperé, simplemente me doblaré”. El final, con una descarga de voces a capella de Kacey en varios tonos cantando “I’ll sway”, es uno de los momentos del disco.
Otra de las sorpresas llega en “Anime Eyes”, que nos trae por momentos el recuerdo de la nunca olvidada Victoria Williams. Es un himno a un amante que hace estallar corazoncitos en las pestañas de Musgraves, al estilo de los comics de anime. Es tan extravagante todo el ambiente sonoro, sobre todo la melodía del puente, que nos recuerda el entusiasmo vital de Victoria antes de que la enfermedad la forzara a retirarse para siempre.
“Deeper Well” es un disco conscientemente relajado y sencillo en apariencia, pero tiene muchos más matices de los esperados. Los coqueteos disco de sus dos últimos trabajos han quedado atrás. Hay otros experimentos de género, pero son más suaves y silenciosos. Por ejemplo, el acercamiento a sonidos más soul de “Lonely Millionaire”, donde el rapero JID tiene crédito como compositor, al parecer porque es una reescritura de su tema «Kody Blu 31». Aun cuando intenta diversificarse, Kacey suena a ella misma. El disco es más una conversación de la cantautora con sus fans que un intento de volver a reinar en los Grammys. Tras atravesar con éxito su Saturno particular, parece más interesada en profundizar en su espíritu y crecer como artista y como persona.