Kyshona (artista, musicoterapeuta y activista residente en Nashville) ha lanzado su nuevo álbum, “Legacy”, a través de Soundly Music. El disco ha sido producido por ella misma junto con Rachael Moore en el estudio Southern Grooves de Matt Ross-Spang. El plantel es de lujo. En las trece canciones encontramos coescrituras con Aaron Lee Tasjan, Brittney Spencer y Caroline Spence. Además, colaboran en el disco Keb Mo’, Ellen Angélico, Ruthie Foster y, entre otros.
Escucha “Legacy” de Kyshona aquí:
Kyshona elaboró el álbum para capturar la historia, el carácter, la esencia y las historias de sus antepasados, de ahí su título. El proyecto va más allá del disco: es algo más grande. Trabajó con un genealogista en el Centro Explore Your Family History del Instituto Smithsonian. Ella y su familia han rastreado cinco generaciones; remontándose al censo de esclavos de 1860. La búsqueda de información y su significado, el estudio de registros, fotografías e historias ha sido parte de la creación de este álbum. Ahora, quiere crear una plataforma para aquellos que deseen compartir sus historias y experiencias familiares, para dar continuidad a este mensaje.
“Este proyecto es una invitación a que otros hagan lo mismo a su manera. Tal vez plasmar las historias de mi familia en canciones sea una curación no solo para mí, sino también para otras personas que se sientan alejadas de sus orígenes. Mi esperanza es que podamos redescubrir el pasado juntos y, al hacerlo, comprender más sobre nosotros mismos en el futuro».
El disco es una maravilla. Podemos tomarlo como un sustitutivo del que hubiéramos querido fuera el segundo trabajo de Allison Russell, que no acabó de atraparnos. Y, desde luego, tiene más sustancia que el country prefabricado de Beyoncé o el debut fallido de Brittney Spencer. En él encontramos folk, blues, soul, gospel y roots rock.
Se abre con el folk/jazz de “Elephants”. Le sigue el single «The Echo», coescrito con Caroline Spence, una de las mejores compositoras de East Nashville. Apoyado en el Wurlitzer cuenta la historia del compromiso de los bisabuelos de Kyshona con la tierra y cómo mostraron a sus familias la importancia de tener su propio terreno para plantar todo tipo de semillas. Y cómo cada paso que dieron y cada planta que ayudaron a crecer tiene eco en la vida de todos los que les siguieron, hasta llegar a ella misma. “Excavaste la tierra para que yo pudiera crecer, tú eres la canción, yo soy el eco, yo soy el eco”.
Ruthie Foster, Odessa Settles y Chris Pierce se unen en el gospel blues “Waitin’ on the Lawd”, Ellen Angelico demuestra por qué es uno de los músicos de sesión más solicitados de Nashville en las fantásticas guitarras del folk/soul “Whispers in the Walls”, donde evoca las voces misteriosas que viven dentro de nuestros hogares. Después es el turno de su abuelo Hawthorne Armstrong. Tras un interludio donde se le oye cantar en la iglesia, llega “Heaven Is A beautiful Place”, escrito por él mismo, un gospel lleno de espíritu y profundidad donde canta media familia.
También hay lugar para el funk en “Carolina”, dedicada a su estado natal y que cuenta con la colaboración estelar de Keb’ Mo’. Aunque si tenemos que quedarnos con una pieza, esta sería “Where I Started From”, un tema inspirado en el Memphis soul que suena a gloria bendita. Los vientos marcan la entrada de una canción que es pura fiesta y será una de las grandes composiciones soul del año. Al igual que “What´s In A Name”, escrita junto a Aaron Lee Tasjan. Nos dicen que es un éxito perdido de la Stax y podríamos creerlo, con ese fantástico solo de saxo final que lo lleva a otro nivel. Algo que aplica también con «Comin’ Out Swimin'». El soul es el registro que maneja con mayor soltura.
Kyshona transporta a sus oyentes en este viaje por el legado de su familia a través de todos los caminos que debería tener un buen álbum de raíces. Quizás el único fallo es que sea demasiado heterodoxo para considerarlo una obra maestra. Grandes composiciones que resuenan debido al poder y el compromiso de la voz de una cantante que está llamada a seguir creciendo. Tras unos primeros discos que pasaron desapercibidos en nuestro país, es un buen momento para disfrutar de este «Legacy” y redescubrir antiguas grabaciones, que esconden un buen número de fantásticas gemas.
