Guitar BCN ‘24 cerraba la edición de este año por todo lo alto con el concierto de TOTO. Un broche de oro (de muchos quilates) para el festival con una banda en la que cada uno de los músicos brilló durante casi dos horas en el escenario del Poble Espanyol, sobre todo un Steve Lukather sublime y disfrutón.
Hace años que el GuitarBCN es tan ecléctico que a veces hay que buscar demasiado las guitarras para saber por qué alguien forma parte. Pero el cierre de programación con una banda como TOTO ha sido un auténtico lujo. Una delicatessen que congregó a un público que no quiso perderse la actuación de una de las últimas grandes bandas virtuosas bandas. Pasar un viernes de verano con una temperatura agradable, una cerveza, los amigos y tener enfrente historia viva de la música. Un plan que desde muy pronto hizo que hubiera una enorme cola para acceder a la plaza mayor del Poble Espanyol.
Steve Lukather y los suyos salieron al escenario pasados diez minutos de la hora establecida bajo una enorme ovación. Ejerciendo de jefe de ceremonias y tras un breve “What ‘s Up, Barcelona!”, la banda se lanzó con “Girl Goodbye” dejando muy claro que la noche iba a ser de las que no se olvidaran. En una banda como TOTO la calidad individual ha de estar cercana a la perfección. Por eso, cuando en los coros pudimos escuchar la voz de Dennis Atlas, el joven teclista que tiene la difícil tarea de calzar las botas de David Peich hubo alguna mandíbula que cayó hasta el suelo. Los puristas dirían que con Peich la banda es aún más TOTO, pero su sustituto no se quedó atrás y brilló en todas sus intervenciones.
La fiesta siguió por todo lo alto disparando una de sus balas más reconocidas como segundo tema. “Hold The Line” tan potente fresca y perfecta como siempre fue coreada a pulmón por todos (si, los riffs de guitarra también). Con Joseph Williams aportando sus matices más soul a esa rasgada pero potente voz y un Steve Lukather desatado en las guitarras nos dejaron marcada la primera de las muchas sonrisas de la noche. El guitarrista tomó la voz cantante en “99” dedicada a Peich y presentada como “una nueva posición sexual que Peich descubrió en alguna de las giras”. Si alguien no conocía a Greg Phillinganes, aquí tuvo el primero de los muchos momentos con los que disfrutar de las delicadas teclas y su soberbio trabajo. Su final es una auténtica obra de orfebrería.
La camaradería se respiraba sobre las tablas, con los músicos interactuando entre ellos en los espacios de presentación. La parte más dramática de Williams nos presentó a “Pamela”, ese antiguo amor que le destrozó el corazón pero le regaló una preciosa canción. Warren Ham fue alternando el saxo con las congas durante el tema, mostrando su polivalencia. Gran momento el de pregunta-respuesta entre la guitarra de Lukather y las teclas de Phillinganes en el tramo final del tema. Conscientes de la cantidad de músicos que arrastran sus conciertos, les dedicó a ellos la instrumental “Jake To The Bone”. A pesar de no estar en el setlist, no faltó a su cita “Georgy Porgy” donde la calidad vocal de los músicos quedó demostrada. Destacó un gran Phillinganes que tuvo a continuación su solo en el que incluyó fragmentos de “I Won’t Hold You Back” y “Child’ s Anthem”.
Un solo que empalmaron con “Burn”, quizás el momento más circunspecto de la velada, junto con “I’ll Be Over You” dedicada a los jóvenes amantes de la audiencia. Una balada con todos los elementos épicos que uno pueda imaginarse. Bellas melodías vocales, un desgarrador trabajo de guitarra y un colchón sonoro para que esos amantes dieran rienda suelta a sus sentimientos. Llegó el momento de que el chico nuevo en la banda demostrara porqué con un solo ensayo con la banda entró a formar parte de TOTO. Suya fue la voz principal de un tema como “I’ll Supply Your Love” con unos agudos tan marcados. Con solo cuatro minutos dejó muy claro que su puesto era bien merecido.
Lukather recordó los tiempos en que él y Jeff Porcaro viajaban en la parte delantera del bus seleccionando música para los viajes. A él especialmente y a todos los miembros de TOTO que no están entre nosotros les dedicó el clásico de Jimi Hendrix “Little Wing”. Visto de cerca, impresiona la limpieza y la elegante manera que tiene Steve Lukather de atacar las cuerdas de su guitarra en todo momento. Sé que no descubro nada, pero no hay ninguna duda de que es uno de los guitarristas con más clase de los escenarios. “Stop Loving You” nos ofreció otra muestra de demostraciones vocales corales en la que Warren Ham volvió a pasearse con su saxo para darle los colores metálicos a los temas . A continuación llegó el momento en que Lukather presentó a cada uno de los músicos.
El primero fue Phillinganes, del que su nombre aparece en discos de Michael Jackson, Stevie Wonder y con el que nos puso los dientes largos con un fragmento de “Beat It”. Siguió con Dennis Atlas, la nueva incorporación como recomendación del guitarrista Bumblefoot. Warren “La navaja suiza” Ham marcó un solo de armónica antes de que John Pierce fuera presentado bajo el guiño a Huey Lewis & The News del que ha sido bajista durante treinta años. Shannon Forrest fue presentado como el tipo que tocó las baterías del último disco de Taylor Swift mientras tocaban por James Brown. Uno nunca acaba de sorprenderse con las colaboraciones que han hecho tremendos músicos. Y más de uno descubrió que Joseph Williams fue la voz de “Hakuna Matata”. La mítica banda sonora de “La Dimensión Desconocida” sirvió para presentar a Lukather como “el Alien que vino a la tierra con una guitarra adherida”.
La vuelta al repertorio con “Home Of The Brave” trajo consigo la “sorpresa” de ver a Warren Ham encargarse de parte de las voces solistas del tema. Un tema muy celebrado antes de que TOTO ofreciera el clásico de The Beatles “With A Little Help From My Friends”, eso sí, más cerca de la versión que popularizó Joe Cocker. Sin el descanso antes de los bises, llegó el momento de comenzar a despedirse. Y lo hicieron por todo lo alto con una sublime versión de “Rosana” con la banda desatada en una jam para rematar el tema. Phillinganes y Lukather con dos solos antológicos, Joseph Williams compartiendo teclados con Atlas y Warren Ham sacando humo con el saxo. Pero aún quedaba una última bala en la recámara, y no podía ser otra que “Africa” con otra nueva demostración vocal por parte de los músicos.
Y entre el publico, rostros de felicidad por haber disfrutado de esos conciertos que da gusto recordar con el tiempo. Con el paso de los años, esa espada que reinaba el telón de la banda se va convirtiendo en la temida de Damocles. Una amenaza constante con la sensación de que este tipo de shows tiende a desaparecer. Pero mientras la banda nos deje ser su Dorothy paseando por las baldosas amarillas que nos lleven a sus giras habrá que disfrutarlo. Y está claro que todo depende de las ganas que siga teniendo Lukather de ser nuestro particular Mago de Oz.
Fotos: Desi Estévez
