El de Guitar Wolf es uno de esos conciertos que te marcas en el calendario como imprescindible, de los que sabes que te van a dar lo que buscas, de los que te recuerdan por qué eres adicto al rock and roll en directo.
Misma actitud salvaje que las dos veces que los había visto previamente, al tercer tema me empecé a preocupar por que noté que el volumen me estaba molestando, lo que interpreté como una señal inequívoca de que la edad me estaba descabalgando violentamente de la música en directo con alta energía.
Pero cuando te cruzas en el baño con alguien mucho más joven, que con gestos te intenta comunicar lo mismo que hace un rato acabas de pensar tu, entonces sientes una especie de alivio, te maldices por haber olvidado los tapones de los oídos en casa, te preparas para estar tres dia escuchando un pitido en los oídos, y te entregas a los de Nagasaki como si se acabara el mundo.
Una hora de rock salvaje donde lo dan todo, como no deberia ser de otra forma en una banda de rock. Experiencia casi noise que nos dejó exhaustos, aunque no tanto como al cantante, que literalmente tuvo que bajar sentado los 3 pequeños escalones del escenario de Razz3.
No podemos dejar de agradecer a Bomber Booking y RockSound BCN Acaraperro el que hagan posible el milagro de que este tipo de eventos se sigan produciendo.