Nacho Para… la música

Nacho Para adiós Bantastic Fand

Pensé bastante en Nacho Para hace un par de meses. Acababa de leer un espléndido artículo que había escrito sobre otro Nacho, un tal Cano en concreto, a raíz de uno de los esperpentos diarios que se sufren en Madrid. Me encantó su texto (El Muso de Ayuso, en Política y Prosa) y al terminarlo suspiré. En estos tiempos es muy difícil leer cosas tan bien contadas y escritas, sólidas, comprometidas y lúcidas. Creía, no por vez primera, que la apuesta musical de Nacho Para había dejado un hueco, otro más, en las diezmadas filas de los viejos periodistas, aquellos valientes de cuando el periodismo era periodismo y no el espúreo enjambre de intereses de ahora. Quien los ha conocido lo sabe.

El periodista almeriense había barruntado hace más de una década que el declive del viejo oficio era una caída a plomo y su lado musical exigió tomar las riendas de su existencia. Se atrevió y lo hizo desde una meritoria posición de fortaleza en las jerarquías periodísticas. Cambió de caballo. Adiós redacciones, hola conciertos, grabaciones, giras, composiciones…Tuvo el valor de poner al filo de la cincuentena todos los huevos en la misma cesta musical y cuidó su sueño hasta el aliento final.

Aquel golpe de timón fue un acierto. Tirar por la borda un bagaje informativo tan valioso exige valentía y coraje inusuales. Pero cuando la música te inunda de esa forma solo cabe obedecerla, por suerte para los melómanos y sobre todo para él. No solo por la hermosa obra que deja, sino porque así su vida cobraba renovado sentido y volcaba todos sus esfuerzos (sus muchísimos esfuerzos, porque era un derroche de energía con patas) en amor por una longitud de onda donde las canciones enseñan a vivir. Americana, dicen algunos y dicen bien, aunque el santoral se resista a etiquetas (Dylan, Creedence, Byrds, Petty, Young…).

Strong Enough to Refuse (2014), su álbum de estreno junto a Bantastic Fand, representó el primer trecho luminoso de esa carretera que se aprestaba a recorrer. Dos años después llegó Welcome to Desert Town y justo entonces pude conocerle. Fue en el back stage de El Último Vals, en Frías (Burgos), una fiesta inolvidable montada por su grandísimo amigo Joserra Rodrigo, a quien acompañó en su apasionado canto de amor en el libro Pasión No es Palabra Cualquiera. De ahí, de esas jornadas de homenaje a The Band, salieron fans de Nacho Para y Bantastic Fand por todos los rincones del país, con una fidelidad muy merecida a prueba de bombas.

Luego, en 2019, Bantastic Fand publica Somebody´s World, otro tesoro cargado de futuro. No viajaba solo y compartió con notables personalidades artísticas su búsqueda: Paco Del Cerro (voz, violín, ukelele, acordeón y batería), Fernando Rubio (guitarra eléctrica), Chencho Vilar (bajo), Iván Estefanía (mandolina y dobro), Carlos Campoy (piano y protagonista como Rubio de Ferroblues) o Paloma Del Cerro (voz y percusión, además de compañera), entre otros.

Tras el golpe de la pandemia, en 2022, Nacho Para recuerda a lo grande una de las epifanías que vivió como reportero de El Periódico (Grupo Zeta): el concierto de homenaje a George Harrison que se celebró en 2002, un año después de su fallecimiento. En Concierto para George (Lenoir Ediciones) encuentra tal vez un remedo de sí mismo, porque el abandono del periodismo en 2011 y el posterior abrazo a la música recuerdan a cómo George salió de los Beatles y abrazó su propia vida. Dirty Rock publicó una reseña del libro donde podía leerse: “Sin ánimo de ponerse en plan psicoanalista, cabe pensar que el propio autor se siente muy identificado con el desgaste que causan los obstáculos del mundo material a la propia creatividad, sea por el entorno inmediato, sea por las injusticias de un mundo organizado en contra de la plenitud personal”.

Nacho Para hablaba en ese libro de aquel “canto del cisne”, ese gesto postrero, esa última obra antes de la muerte, que nace por la creencia de que estas aves entonan una hermosa melodía justo antes de morir, tras haber estado demasiado silenciosas casi toda su existencia. Ya en 2023 apareció su primer disco en solitario, No Parking Tickets In The Clouds, y ahora, este mismo otoño, ha salido Under dim lights, bocatos di cardinale sonoros que cabe valorar como una de las mejores ideas de 2024. Esta visión retrospectiva de los diez años de una banda tan brillante como Bantastic Fand es uno de los tesoros que nos deja un Nacho nacido Para la música.

Fotos Ana Hortelano.

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