Blues Pills y Daniel Romano´s Outfit despojaron sus actuales intenciones musicales ante el público madrileño presentando sus nuevos trabajos. El 11 de Diciembre la sala Mon registró una más que aceptable entrada por presenciar a dos formaciones que poco a poco van ganando más adept@s. Ceñido a un metódico horario saltaban al escenario el cuarteto liderado por el guitarrista y cantante canadiense Daniel Romano con claras actitudes de meterse al público en el bolsillo a la primera de cambio. Enérgicos, desenvueltos y despachando los temas al más puro estilo «ramoniano» dejaban, en ocasiones, al personal «in albis». Su alterable estilo impuesto por la maceración de diversidad de influencias ha derivado hacia un rock duro con insinuaciones power pop, punk…
La encarnación personificada de una evolución sonora pone un velo a su etapa más country. Una puesta en escena donde se pudo apreciar al cuarteto más que de sobra compenetrados, adaptación absoluta a esta presente permuta. Pertinente bifurcación hacia derroteros donde una dinámica sección rítmica prevalece en cada tema yendo a la par electrizantes guitarrazos y un efusivo juego vocal. El cuarteto en su estado más bravío dejaba sus temas más impulsivos para la recta final y zanjar la estricta presentación de su último trabajo «Too Hot To Sleep». Cambio de bártulos, tiempo para echar humo… y la formación liderada por la cantante sueca Elin Larsson encima de las tablas. Blues Pills no tardaron en conectar con el público gracias a la constante movilidad de su infatigable cantante. Derroche de voz con entonaciones souleras y un gran porte logró mantener las constantes vitales del concierto sin sufrir altibajos.
Zack Anderson a la guitarra, Kristoffer Schander al bajo y André Kvarnström a la batería comandaban toda la parte instrumental con gran concordancia. Decidida en sus formas y copando el protagonismo mostró su cercanía hacia el público, involucrándose en cada tema con gran profesionalidad. Un nivel enérgico constante donde se vio reflejado el progreso sonoro de la banda. La tendencia por evolucionar y alterar el regusto musical de sus inicios desencadenó un resonante pluralismo con ecos más rockeros que blueseros. Una buena distinción por dar contemporaneidad a un rock adecentado que cubre las primitivas capas de psicodelia. Distanciamiento que se corresponde en sacar el máximo partido a sus nuevas composiciones. La presentación de su último trabajo «Birthday» ocupó gran parte del repertorio, aún así hubo plena disposición en repasar sus anteriores trabajos. Sometidos al juego de bajo y batería con el permiso de la voz se lucieron modestos solos de guitarra manteniendo esa postura con gustillo añejo. Dos bandas que han sabido aclimatarse a transformaciones, merodeando entre bagajes musicales y exteriorizando una constante adaptación.
