Tristemente este pasado lunes 17 de febrero falleció Jamie Muir, percusionista de King Crimson, a los 82 años, quien tocó en el álbum de 1973 ‘Larks’ Tongues In Aspic‘ quinto álbum de estudio antes de irse para convertirse en monje budista.
Jamie se unió a King Crimson, tras una llamada telefónica de Fripp en el verano de 1972, uniéndose a la nueva encarnación de la banda junto al batería de Yes, Bruford, el bajista John Wetton y el violinista David Cross.
Después de solo un año, y solo unos días después del lanzamiento de ‘Larks’ Tongues In Aspic’, Muir abandonó abruptamente King Crimson y se mudó a un monasterio en el sur de Escocia para seguir la vida como monje budista.
En 1980 volvió a la música, apareciendo en álbumes de Bailey y Parker, así como en la banda sonora de la película independiente británica Ghost Dance de 1983. En 1990, se retiró de la industria musical una vez más y optó por dedicar su tiempo a la pintura. DEP.