Este disco que desborda aromas de inhóspitas tierras de la América del Norte viene de la Ribera Alta, donde el Júcar da la vida a los huertos, y está concebido para escuchar sin prisas, en parte porque el paso del tiempo recorre sus canciones, a veces subterráneo, a veces bien presente. ¿Cómo se hace para detener el tiempo? se pregunta Enric Máñez, voz cantante y compositor de Northline en “Against Time”.
Su voz se impone desde el principio con el color del desgaste, levemente ronca, contrastando con la delicadeza de los coros, mezclándose con ellos para hacerse la pregunta clave. La melodía se enfrenta al diapasón del paso del tiempo, lo escuchas subrayando cada verso. Cuando la canción se desvanece, te preguntas a dónde nos lleva este disco. La respuesta no tarda en llegar, aparece con el implacable transcurso de la vida y del tiempo en una nueva canción, “Hold On”, que se balancea en el infinito como en un columpio o una mecedora. Echo de menos cosas que no siempre tienen un nombre. “Scream” es un lamento que dice no serlo, música suspendida en el tiempo o en un sentimiento que es el final de algo, y es hermoso aunque duela. La lap steel es el sonido puro de la melancolía. Escúchala en “Dark Days”, cuando da la impresión de que se está haciendo de noche ahí afuera.
Es la sensación de hacerse viejo, el desencuentro generacional que aflora en “Lessons”, con unos coros aparentando una jovialidad que no es real, o la imposibilidad de recuperar al amigo que ya no está manifestada en “Funeral”, en la que la voz manda, lo dice todo. Las canciones se siguen, nubes en un mismo cielo, y aunque en “Tracks” se apunta que no hay estrellas por las que guiarse, el solo de guitarra lo desmiente, parece perseguir una luz. Oscurece. “Curse” son guitarras en el lado oscuro, y sí, ahí ya es de noche, las voces vienen de lejos, de otra dimensión, de las pesadillas. Con “For Now” todo acaba, el otoño da paso al invierno. Es el final, suena como si fueran los títulos de crédito de la película que acabas de ver, cuando todos se han ido y sigues sentado en tu butaca, prolongando el momento.
NORTHLINE son Enric Máñez (voz, guitarra, teclados), Silvia Martí (segunda voz, batería percusión), José Luis Bertomeu “Bertus” (bajo), Pablo Gisbert (mandolina, dobro, lap steel), Josep Maravilla (guitarra, mandolina).