Spiritual Beggars presentaban su último trabajo «Earth Blues» ante el público madrileño. Una gran cortina con el logotipo del grupo se apoderaba del fondo del escenario de la sala Cats.
No pudimos presenciar al grupo que abría la noche, ZODIAC, ya que los ajustados horarios actuales limitan a los grupos a explayarse algunos minutos más y la hora de comienzo cada vez es más temprana.
Cosas de los tiempos modernos, tiempos difíciles que hicieron mella en la afluencia de público y es que la gran demanda de conciertos que tiene Madrid y la cruda situación que vivimos es para escoger ya que no hay bolsillo que lo resista.
Escaso medio aforo registró la sala madrileña para presenciar a los suecos liderados por el guitarrista Michael Amott, el que fuese miembro de grupos como ARCH ENEMY, CARCASS.
Dejando de lado su postura más salvaje del metal el nuevo (de nuevo no tiene nada, comenzaron en el 1993) proyecto del pelirrojo Michael Amott ofrecen un show de lo más aceptable y digno de una gran banda de rock.
Spiritual Beggars, tras los cambios de instrumentos y colocaciones varias arrancaban con la intro «Inner Strength» para seguir con «Beneath the Skin», «Young man, old sould» mostrando una evidente frialdad entre el público que en seguida llegó al grupo, no tardaron en reaccionar y pusieron de su parte, sobre todo el cantante Apollo Papathanasio, haciendo participar al público con juegos de voces, palmas…y otras artimañas infalibles para enarbolar los puños en alto del público.
Los temas se sucedían uno a uno repasando la carrera de Spiritual Beggars y haciendo hincapié en temas de su último trabajo «Turn the Tide», «Kingmaker», «Dreamer»….que ponen de manifiesto un ligero cambio en el estilo del grupo pasando a ser más melódicos dentro de su poderoso stoner metal.
Algo elevado el sonido de la batería de Ludwig Witt y el bajo de Sharlee D´Angelo solapaban el gran sonido que desprendía los teclados setenteros de Per Wiber.
Impresionante juego de guitarras a cargo del sr. Amott poniendo en evidencia unos riffs totalemente elaborados y dejando claro que las buenas críticas recibidas son por algo.
Con un ambiente más caldeado que en los principios llegaban los temas finales para irse a los camerinos con «Throwing your life away» y «Mantra».
Era de esperar que Spiritual Beggars salieran de nuevo a tocar algún bis, los ceñidos horarios no dieron nada más que para dos temas que fueron «Blind Mountain» , el esperado y coreado por todos sus seguidores «Euphoria».
Gran noche de rock ofrecieron los suecos, Spiritual Beggars, que si por ellos hubiese sido algún tema más hubieran tocado… el rollo de las discotecas, termina el concierto recogen y lo abren de nuevo en sesión pachangeo. Es lo que pasa por no tener una sala totalmente dispuesta para conciertos de rock.
