The Ripe – Into your ears (2012)
Un soplo de aire fresco supuso hace once años ‘Into your ears’, el debut de un trío de Austin llamado The Ripe compuesto por Jake Garcia (voz y guitarra), Gian Ortiz (voz y bajo) y Nick Yacklin (batería).
Un soplo de aire fresco supuso hace once años ‘Into your ears’, el debut de un trío de Austin llamado The Ripe compuesto por Jake Garcia (voz y guitarra), Gian Ortiz (voz y bajo) y Nick Yacklin (batería).
Hablamos de Jason Falkner (The Three O’Clock, Beck, Susanna Hoffs, Brendan Benson o Noel Gallagher son parte de su extenso currículum), un músico injustamente infravalorado, con una discografía absolutamente ‘guadianesca’ e ignorada pero que, sin embargo, está trufada de grandes momentos como ‘Can you still feel’ (1999), ‘All quiet on the noise floor’ (2009), el fallido supergrupo The Grays y su interesantísimo ‘Ro Sham Bo’ (1994), donde las mejores composiciones eran suyas, o el trabajo que nos ocupa en esta ocasión.
Freddie North era un exquisito vocalista con voz de barítono (que me recuerda horrores al gran James Carr) nacido en Nashville (Tennessee) en 1939, hijo de un conocido cantante de góspel local, cuyo primer contacto en el terreno de la música se produce a mediados de los cincuenta cuando forma parte de la banda The Rookies, que llegan a grabar un single, “Money, Money, Money”, para el sello Federal.
Con todos ustedes, Gandalf, melancólica y oscura psicodelia desde NYC. La historia de una semidesconocida banda que con el paso del tiempo ha obtenido algo de relevancia.
‘Almost blue’ (1981), que así se llamó dicho trabajo, fue el primer disco de Costello sin la producción del gran Nick Lowe y constaba de un puñado de versiones de clásicos incontestables de leyendas como Hank Williams, Merle Haggard, Gram Parsons, George Jones o Charlie Rich.
Si por ‘In my own time’ (1971), suele surgir cierta controversia a causa de un sonido más pulido y de orientación pop, no ocurre lo mismo con el debut de la cantante folk Karen Dalton, ‘It’s so hard to Tell Who’s Going to Love You the Best’ (1969), cuya admiración tiende a ser unánime, debido a su parca instrumentación.
‘The good son’ (1990), el álbum de la discordia y posiblemente mi favorito de Nick Cave. Ya había dado un aviso de que su sonido había empezado a suavizarse en ‘Tender prey’ (1988), pero fue en este trabajo donde se hizo más palpable, desde una insólita portada (el propio Nick al piano vestido de crooner con traje blanco y rodeado de unas niñas angelicales) y pilló a muchos críticos con el pie cambiado.
Hace tiempo que ese poco recomendable amigo no forma parte de mi vida pero, en cambio, la obra maestra de los Georgia Satellites, ‘In the land of salvation of sin’ (1989) todavía sigue a mi lado, como si de algún modo me susurrase que aquel día de agosto tomé la decisión correcta.
La historia del germen de esta obra de culto es de sobras conocida: Alexander ‘Skip’ Spence, miembro hasta ese momento de los Moby Grape, ataca con un hacha a sus compañeros en un hotel, en pleno viaje de ácido y luego es detenido mientras iba en busca del productor de la CBS, David Rubinson.
Contaba Brian Henneman, líder de los extintos The Bottle Rockets, durante la promoción del álbum de versiones ‘Songs of Sahm’ (2002), una anécdota que dejaba bien a las claras la ‘popularidad’ que vivía nuestro protagonista de hoy unos años atrás.