Existen discos igual de buenos que «N.E.W.S.» (2003) de Prince pero no mejores…
Hay músicos cuyo cerebro puedes imaginar desbordado de colores, colores que son sonidos que lo pueblan y fluyen llenando todos los resquicios. Hablo de unos pocos privilegiados y entre ellos, que se cuentan con los dedos de una mano, estaba Prince. Y entre la borrachera de música que nos ha dejado me quedo hoy, en el segundo día del mundo sin su príncipe, con este fascinante N.E.W.S.