Don't Think Twice, It's All Right
Existen discos igual de buenos que «Hoppkorv» (1976) de Hot Tuna pero no mejores. Una pieza excelsa de blues – rock en formato trío. Kaukonen y Casady apuntándose a la música poderosa, demostrando que son unos fueras de serie. Jorma Kaukonen y Jack Casady se habían conocido en Wahington cuando eran unos críos, habían ingresado en aquel espacio de hippismo y psicodelia californiana.
Existen discos igual de buenos que «Midnight Souvenirs» (2010) de Peter Wolf pero no mejores. Éste de Peter Wolf, el que fuera el frontman de la J. Geils Band en los 70 y 80 del siglo pasado, es del año 2010, y como si tal cosa.
Existen discos igual de buenos que «Back From Río» (1991) de Roger McGuinn pero no mejores. «Back From Rio» fue el álbum más exitoso de McGuinn fuera de The Byrds. Si bien el álbum recibió una gran aceptación crítica y fue un éxito comercial, su carrera no despegó.
Existen discos igual de buenos que «Tonight» (1984) de David Bowie pero no mejores. La crítica musical consideró este disco como uno de los más flojos de Bowie cuando se publicó («Never let me down» estaba por venir todavía). No ha habido revisión de ese criterio como, por ejemplo, ha sucedido con el «Selfportrait» de Dylan.
Existen discos igual de buenos que «Soldier» (1980) de Iggy Pop pero no mejores. Ninguna de las canciones de «Soldier» ha pasado el filtro de los grandes éxitos de Iggy Pop. Lanzado al empezar la década de los 80, representa junto con el del año siguiente, «Party», su breve y nada exitoso paso por la discográfica Arista.
Existen discos igual de buenos que «(Pronounced ‘lĕh-‘nérd ‘skin-‘nérd)» (1973) de Lynyrd Skynyrd, pero no mejores. En 1973 debutaban con este disco los Lynird Skinyrd, banda cuyo nombre -al contrario de lo que parece- es más fácil de pronunciar que de escribir: seguro que alguna «i» y alguna «y» hemos equivocado alguna vez, eso si no hemos doblado alguna «n» por puro vicio.
Existen discos igual de buenos que «A Single Man» de Elton John pero no mejores. Llegué de un modo extraño a este álbum, el primero en el que las letras no eran de Bernie Taupin. Fue por uno de esos insospechados y maravillosos errores de fabricación: un ejemplar de «Crisis, what crisis?»
Existen discos igual de buenos que «Cabretta» de Mink Deville, pero no mejores. WILLY DE VILLE QUE ESTAS EN LOS CIELOS. Llevo tiempo devanándome los sesos en busca de músicos jóvenes para comentar y se me han ocurrido unos cuantos; y en estas estaba, cuando accidentalmente sonó “Hey Joe”: pero en la versión TexMex de Willy de Ville, en la paz del señor, allá por 2009.
Este disco es una rareza, por dos motivos. Porque es un directo que sólo parcialmente está grabado en concierto: 3 de las 10 canciones están registradas en habitaciones de hotel durante la gira de 1977, una en la zona de ensayo del backstage, otra ¡en el autobú
The Who by Numbers, independientemente del desencanto que expresan las letras de Townshend y de la desgana con que según cuentan abordaron los músicos las sesiones de grabación, es un disco fresco como una lechuga, con diez canciones redondas, ninguna de ellas sobra.