The Flamingos Bite. Big Little Town
The Flamingos Bite nos cuentan historias y en ellas entran y salen personajes que les dan vida: Alice y Carlos, Yuri, Nono y Lucy son algunos de los que pueblan una pieza sublime.
The Flamingos Bite nos cuentan historias y en ellas entran y salen personajes que les dan vida: Alice y Carlos, Yuri, Nono y Lucy son algunos de los que pueblan una pieza sublime.
Cuando alguien se presenta en público como Hank Idory, imaginas que se trata de uno de los incontables hijos de Bowie. Sentimental Jamboree es un destilado de música preciosa y preciosista, canciones que en su llegada se anuncian engañosamente fáciles y en su disfrute se adornan de matices y reflejos, un hermoso acercamiento a melodías que surgen del polvo de décadas, de aquellos llamados “conjuntos músico-vocales” que salpicaron de brillante colorido la España en blanco y negro en la que algunos nacimos y crecimos.
Se estrena un nuevo festival en la capital. Madrid Sonora se presenta como un festival concebido para ofrecer al público el disfrute de las mejores bandas en la cercanía de los locales de medio aforo.
George Harrison enamoró a Conchi Moya. Traspasa el libro una tensión perceptible entre la devoción de la autora y su esfuerzo por entregar una obra como mandan los cánones, una biografía académica para disfrute de propios y extraños, ordenada cronológicamente.
«Lou Reed. Catálogo irracional» no es una biografía pero puede leerse como tal, entre otras cosas por la secuencia cronológica de las canciones que sirven de excusa a la narración.
Ese lugar, rebotica donde se formulan sueños, alcoba donde se sueñan, es «Almost Acoustic», el regalo de Bantastic Fand que llega suave y silencioso en el final del otoño, escondido en el sonido de los archivos digitales. No existe el vinilo, no existe el cedé, solo existe la música alojada en circuitos intangibles, tanto como los de nuestro cerebro o nuestra alma.
A los hermanos mayores de mis amigos les gustaban los Beatles, y mis amigos hablaban de los Beatles y de lo mucho que les gustaban a sus hermanos. Cuando eso sucedía tenía ocho o nueve años y los Beatles no se habían separado todavía.
“Viaje a Caledonia” un clásico y que reconforta en estos tiempos en los que nos creemos que todos sabemos escribir y en los que el lenguaje urgente de los blogs lo contamina todo.
Es éste un libro fascinante y complejo. Es un libro que te emborracha de soul y en el que no tienen cabida Aretha Franklin ni Otis Redding ni Wilson Pickett ni Sam & Dave ni Sam Cooke ni Ray Charles, ni…ni…ni…
Vaya por delante que no suelo leer novelas y este libro lo es. Su editor, Alfred Crespo, me la recomendó, y por eso de que la música tenía parte importante en ella le hice caso. En teoría iba a encontrarme con el modo en que a través de las peripecias vitales de los protagonistas, sobre todo en la adolescencia y primera juventud, el autor trae a escena la música de su generación.