“Tané Cain” (1982): la (irresistible) capacidad de atracción del AOR
porSiempre he pensado que cualquier disco merece una segunda escucha para poder opinar de manera justa y objetiva. La primera a veces es superficial y apresurada, la posterior siempre aporta más matices y detalles que habías pasado por alto, como si de una película de M. Night Shyamalan se tratase. Esto mismo me ocurrió con el único álbum editado por la californiana Tané Cain.