Robbie Robertson. Testimony
porNo hacía falta, creo yo, los compradores de este libro somos los que somos, los que pensamos que The Band encontró el Santo Grial. A cualquier otro al que llegue «Testimony», le llega por error, aunque hay que desearle que sea un error gozoso: seiscientas páginas son demasiadas siempre, así que más vale que las disfrutes.