No cabe duda de que a raíz del estreno del documental Born Innocent en 2023 la popularidad de Redd Kross vuelve a cotizar al alza. Esto ha engorilado a los hermanos McDonald y han respondido de la mejor manera posible; con disco nuevo (doble) y extensa gira, al menos en su tramo español. Y la segunda sala del entramado Apolo presentaba una más que buena entrada pero no el sold out que algunos vaticinaban.
Antes del esperado concierto de los de California, los hermanos le dieron cancha a su actual batería Dale Crover (Melvins) para que se explayara el sólo con la guitarra acústica, y bueno, entretenido por momentos en el mejor de los casos, pero no muy apropiado para la fiesta multicolor que le tenía que preceder, aunque la revisión del «Harvest Moon» de Neil Young le quedó bastante apañada.
Y tras una introducción un poco cansina los actuales Redd Kross salieron a escena. Dos cosas quedaron claras de entrada, sólo ver la disposición y actitud de los hermanos McDonald ya se preveía que iba a ser una gran velada, y la otra –no tan afortunada- fue el sonido, estruendoso a todas luces (u oídos).
De acuerdo que Dale Crover y también Steven McDonald son también ahora miembros de los poco sofisticados (a nivel sónico) Melvins, pero es que la introducción que se hizo de batería al empezar el concierto daba la impresión de que iban a tocar «Painkiller» de Judas Priest en vez de ese caramelo para los oídos que es «Switchblade Sister».
Quizás la cosa mejoró un poco en las siguientes canciones pero el estruendo fue la tónica habitual de todo el recital. Y hay que reconocer que el sonido embruteció un poco el gancho melódico y pop de «Mess Around», «Annie’s Gone», «Jimmy’s Fantasy» o la imprescindible «Stay Away From Downtown». No se dejaron en el tintero presentar su homónimo y rojo último disco, y a pesar de que quizás en estudio las nuevas canciones no son tan inmediatas como de costumbre no desentonaron en lo más mínimo al lado de sus clásicos.
Estupendas y muy bien recibidas las interpretaciones de las debutantes «Stunt Queen», la cachonda «Emanuelle Insane» o la ya imprescindible «Born Innocent» buque señera de su documental. Las canciones en sí ya salvan ellas solas el concierto, pero si le añadimos la fiesta particular de los hermanos, en especial Steven, que aparte de desgañitarse ya fuera cantando o interactuando con la audiencia, aún le sobró desparpajo para reivindicar a Paul Stanley o imitar a Robin Zander en alguna que otra presentación de canción.
Y lo de los bises ya fue de traca, cambiando un poco el chip de tocar más o menos lo que la gente quería escuchar, se fueron hacia sus rudos inicios interpretando la añeja «Annete’s Got The Hits», una enrabieta versión de los flácidos Osmonds, y para finiquitar el concierto la canción que Steven McDonald señaló como la ideal para una fiesta de rock’n’roll; «Deuce» de sus idolatrados KISS.
Poco o nada más se puede aportar, uno de los mejores conciertos (por no decir el mejor) de Redd Kross en la Ciudad Condal. Y esto es decir mucho para una banda que ya llevan cuarenta y cinco años de carrera.
Fotos Desi Estévez.